
Desde sus orígenes, seguramente hayamos reconocido todos al Serie 3 de BMW como la berlina media deportiva por excelencia y esta 7ª generación G20 no tiene la intención de ser menos y sí más. De hecho, a lo largo de todos estos años, tal supremacía ha sido cada vez más rebatida por un Mercedes Clase C generación tras generación mucho más deportivo y no sé hasta qué punto la “intromisión” del Alfa Romeo Giulia, con su correspondiente motor longitudinal y propulsión trasera, también ha obligado a BMW a reclamar su estatus potenciando sus argumentos más que nunca.
Para ello, en Munich han trabajado mucho en lo que es la misma base del nuevo Serie 3, la estructura de su chasis. La resistencia a la flexión y torsión es clave en la calidad y eficacia dinámicas de un automóvil, fundamental para que una suspensión, dirección o neumático trabajen como se han diseñado en el ordenador y en consecuencia se cumplan los objetivos buscados.
BMW 33I: SÓLIDO Y SUAVE
En el caso del nuevo Serie 3, la rigidez general es un 25 por ciento superior y hasta un 50 por ciento en zonas muy concretas. A todo esto, BMW también ha incrementado la firmeza de los muelles de la suspensión de serie y hasta un 20 por ciento en la Suspensión M y en la Adaptativa M opcionales, ésta instalada en nuestra unidad.
Pero lejos de traducir esta rigidez y firmeza en sequedad y dureza, el Serie 3 adopta unos nuevos amortiguadores que regulan su desplazamiento según lo hacen los muelles, adaptando su respuesta a las condiciones de la carretera y mejorando tanto el comportamiento como el confort. Además, gracias a unas cámaras complementarias, en los topes de compresión y extensión ofrecen una respuesta mejor amortiguada.
PRESTACIONES | BMW 330i Aut. 258 CV |
Acel. 0-100 km/h | 5,58 s |
Acel. 0-1000 m | 25,39 s |
Adelantamiento 80-120 km/h en D | 3,75 s |
Sonoridad 120 km/h | 69,8 dBA |
Sonoridad 140 km/h | 71,3 dBA |
Frenada desde 140 km/h | 75 m |
Peso en báscula | 1.662 kg |
Por otro lado, un mayor uso de aluminio en chasis, carrocería y en otras pequeñas estructuras ha permitido rebajar hasta 55 kilos el peso, lo que de manera directa también influye en la eficacia dinámica. En cualquier caso, sospecho que los mayores beneficiados serán los Serie 3 con la suspensión de serie, cuando el saliente fue señalado por los conductores más exigentes por una “flexibilidad impropia” en un BMW, que sugería marcar en el configurador la suspensión deportiva y/o la amortiguación adaptativa opcionales.
Esto no quita para recomendar estas especificaciones en este 330i, dado el enorme potencial de su motor y a la vista del riguroso tacto deportivo y sorprendentemente de cómodo rutero que nos ha transmitido, de rodillo muy bien filtrado y amortiguado, también apoyado en una dirección de desmultiplicación variable y un autoblocante, igualmente opcionales.
BMW 330I: COMO NUNCA, COMO SIEMPRE
Pero tanta teoría técnica no hace irreconocible al nuevo Serie 3, sino que te reafirma que estás ante él. Desde que lo miras, adivinas qué nuevo modelo es. Y sentado con los ojos cerrados, también sabrías en qué coche estás. La postura de conducción es innegablemente BMW, sobre todo si eres de los que pones de tu parte por bajar un poco más el centro de gravedad. Piernas poco flexionadas, embutido entre la puerta y la ancha consola central con su corta palanca de cambio; agarrado al grueso aro del volante firmado por M… todo rezuma deportividad y muchísima calidad.
No obstante, el acabado M Sport (5.000 €) que ves en las fotos no tiene poco protagonismo, ni otras tantas opciones que nos han llevado a sumar más de 10.000 € en total para percibir también un nivel de sofisticación superior: cuadro de relojes digital configurable, pantalla head up display, mando táctil central con escritura, controles de voz y gestuales. Lo dicho, el ambiente interior puede ser todo lo deportivo y vanguardista que quieras, sin despreciar unas buenas características de berlina familiar por habitabilidad y agrado general.
CONSUMOS | BMW 330i Aut. 258 CV |
Consumo en ciudad | 8,6 l/100 km |
Consumo en carretera | 6,3 l/100 km |
Consumo medio | 7,2 l/100 km |
Puesto en movimiento, también es un BMW de toda la vida, muy puesto al día. No ha faltado tampoco ese reparto de pesos 50/50 por ciento entre ejes que hemos verificado en nuestra báscula digital, lo que no consigue un Mercedes Clase C…. y sí un Alfa Romeo Giulia. El tacto general, desde la dirección a la suspensión, resulta refinadamente deportivo, por esa combinación de firmeza y suavidad. Aun no tan exagerado como un Giulia, el tren delantero te transmite ligereza y te devuelve con poco volanteo mucha y rápida direccionalidad (también nos hemos encontrado llantas de 19 pulgadas con mayor anchura de neumático detrás), por lo que sientes que lo puedes conducir solo a base de dirección, sin importar cuanto se retuerzan las curvas.
Pero el tren trasero también tiene, si quieres, mucho protagonismo. A base de gas, igualmente sientes la direccionalidad de un eje trasero intervenido por el autoblocante que te lleva a hilvanar las curvas más cerradas con una enorme sensación de “buen pilotaje”. Es un coche muy vivo, temperamental llegado el caso, ojo no radical, pero sí de sensaciones muy deportivas, donde vives el paso por curva con mayor intensidad que en un Audi A4 y en la línea de un Giulia. El autoblocante me ha parecido tan participativo en trazados de 3ª/4ª/5ª y tan solo aprovechando la muy buena entrega de su motor a medio régimen, que me he preguntado cuánto perderá sin él.
ESPACIO | BMW 330i Aut. 258 CV |
Anchura delantera | 142 cm |
Anchura trasera | 137 cm |
Altura delantera | 90/97 cm |
Altura trasera | 91 cm |
Espacio para piernas | 77 cm |
Maletero | 475 litros |
La amortiguación adaptativa M te permite elegir diferentes tarados según los modos de conducción: dispones de Comfort y Sport, además de ECO Pro, Adaptative, Sport + y dos individuales. La pisada en Sport es muy sólida, de coche muy deportivo, pero también ofrece en Comfort un bacheo de mucha calidad. Sientes que se comprime y extiende con mucho control y no reacciona con sequedad ni violencia. Si en trazados cerrados agradeces su precisión, en autopista su confort también es muy notable… y preciso a muy alta velocidad, sin una dirección tan exigente en linea recta como la del Alfa.
BMW 330I, CARÁCTER TURBO
El motor de este 330i también tiene una doble cara, marcado por la suavidad y virulencia de sus 258 CV. Es un 2.0 Turbo de 4 cilindros excepcional en todos los sentidos. Empuja con ganas desde ralentí y escala sin inflexiones hasta tocar prácticamente la 7.000 rpm. El cambio Steptronic suma al conjunto otra vez suavidad y reactividad, formando todo ello un conjunto espectacular. Las prestaciones cronometradas son excepcionales, pero la experiencia de usuario es todavía mejor en cualquier situación.
En marchas medias le basta girar a poco más de 1.000 rpm para ganar velocidad rápidamente y la sensación es que siempre empuja y mucho en cualquier momento. Su 8ª es muy rutera, desahoga al motor por debajo de las 2.000 rpm rodando a 120 km/h. Y en su faceta más viajera, aprovechando el modo ECO Pro, el cambio se desacopla para rodar a vela. Puedes asombrarte con medias en kilometrajes medios en torno a los 6/7 litros, pero también duplicarlas a poco que quieras saborear la inmensa pegada de su motor, que junto a al chasis, hacen del Serie 3 una berlina potencialmente deportiva.