El SUV híbrido mantiene su habitabilidad, pero aumenta de potencia hasta 184 CV
Tras casi tres años de vida comercial, el Toyota C-HR ya tiene restyling para el mercado europeo. Aunque por fuera los cambios son sutiles, bajó el capó este C-SUV cuenta con un motor más potente materializado en dos sistemas híbridos diferentes, de 122 CV y el nuevo de 184 CV.
La preventa del nuevo C-HR ya ha comenzado, mientras que el lanzamiento de la gama completa se prevé para el 10 de enero de 2020. Lo hemos probado en una primera toma de contacto y estas son nuestras impresiones al volante de un coche que viene con etiqueta ECO.
Un diseño arriesgado que consiguió triunfar

Lanzado en 2016 y posicionado como crossover con una imagen poco común, el primer Toyota C-HR tuvo un gran impacto en el segmento C-SUV. En términos de tamaño, el C-HR podría competir contra rivales como el Volkswagen T-Cross, el Peugeot 2008, el Nissan Juke o el Hyundai Kona.
Durante su primer año, se vendieron 120.000 unidades en Europa, lo que suponía una cuota del 10% de su segmento, y ocho de cada 10 de esos Toyota C-HR iban equipados con motorización híbrida eléctrica. De hecho, el C-HR (que toma sus siglas de 'Coupe-High Rider') ha sido el coche híbrido más vendido en España en 2018, desbancando al Prius.
Actualmente más de 400.000 europeos conducen un C-HR, y los objetivos de ventas para su sucesor son 120.000 unidades al año.
Este coche ha sido pensando para atender las necesidades de los clientes, según la firma, de tener un motor más potente (y que también emite más CO₂), y para su desarrollo, liderado por la división europea de I+D de Toyota, se han invertido 50 millones de euros.
Pocos cambios en el diseño exterior del nuevo C-HR
El nuevo C-HR no es muy distinto de su antecesor, aunque presenta un aspecto ligeramente más refinado. El frontal incorpora ahora un reborde inferior del color de la carrocería y las luces de circulación diurna se han rediseñado para dar forma a un elemento iluminado situado encima de los proyectores principales.

Los intermitentes están plenamente integrados en las mismas unidades luminosas mientras que las luces antiniebla delanteras están situadas en los extremos del paragolpes, en su parte inferior.
Los grupos ópticos traseros, equipados con tecnología LED, siguen sobresaliendo de la carrocería de forma pronunciada, pero ahora están conectados mediante un alerón brillante. Los intermitentes traseros son de tipo progresivo, mientras que se han incorporado unas llantas de nuevo diseño, con superficies mecanizadas brillantes.
El nuevo Toyota C-HR está disponible en tres nuevos colores: Gris Celestita, Rojo Emoción y Naranja, y también se ofrece una variante Bi-Tono con techo en negro.
Dimensiones: sin cambios
1.8 Hybrid
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2.0 Hybrid Dynamic Force
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Longitud total
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4.390 mm
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4.395 mm
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Anchura Total
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1.795 mm
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1.795 mm
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Altura Total
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1.555 mm
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1.555 mm
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Distancia entre ejes
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2.640 mm
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2.640 mm
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Capacidad maletero
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377 l
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358 l
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Y pocos cambios también en el diseño interior

En el habitáculo los cambios son imperceptibles, más allá de unos acabados mejorados y más blandos al tacto, como los paneles de las puertas, y de nuevas texturas y tonos en la tapicería. Ahora el nuevo Toyota C-HR está también disponible con asientos regulables en altura en el lado del pasajero y ajuste totalmente eléctrico cuando se monta tapicería de cuero.
La pantalla táctil de 8 pulgadas sigue sobresaliendo del cuadro de instrumentos y su sistema equipa una nueva plataforma de navegación multimedia. La pantalla táctil se complementa además con una serie de botones físicos y mandos giratorios, por ejemplo para regular el volumen.

El nuevo sistema multimedia cuenta con Apple CarPlay y Android Auto, de modo que se puede utilizar con la mayoría de smartphones y permite actualizaciones sin cables para acceder a la versión más reciente del mapa del sistema de navegación sin tener que acudir a un concesionario ni descargarla mediante otros dispositivos.
Unas de las novedades más destacadas es el asistente de conducción híbrida, una especie de 'coach' que va orientando al conductor acerca de sus hábitos para sacar mayor partido a la autonomía eléctrica. Es decir, esta funcionalidad monitorea la frenada, la aceleración, los trayectos... Todos los hábitos de conducción del usuario.
Quisimos preguntar a Toyota, dado el valor económico que tienen estos datos, sobre si se comparten con terceros, y la respuesta fue que "de momento, no".
Impresiones al volante
Durante la toma de contacto pudimos probar el motor 2.0 Dynamic Force de 184 CV. Este sistema híbrido de cuarta generación incorpora una nueva unidad de gasolina de 2.0 litros de una familia de motores Toyota completamente nueva.
El diseño del motor con VVT-i dual y ciclo Atkinson sigue la lógica de la Nueva Arquitectura Global de Toyota: una aplicación muy modular, que comparte tantos componentes como sea posible entre distintas configuraciones y cilindradas.

Al reducir al mínimo el tiempo de combustión, el motor convierte más calor y presión en energía mecánica. El ciclo Atkinson también ayuda en ese sentido, ya que su principio de funcionamiento hace que la carrera de la combustión sea incluso más larga, de manera que al final del ciclo apenas se pierde una baja presión residual.
Por su parte, el sistema de VVT-i dual ajusta los tiempos de apertura y cierre de las válvulas de admisión y escape, equilibrando la potencia requerida con una eficiencia óptima. En la admisión, esto se hace mediante VVT-iE, lo que significa que el ajuste de las válvulas se realiza mediante un motor eléctrico en lugar de un sistema hidráulico, lo que permite al sistema un ángulo de ajuste más amplio, así como un control inmediato durante el arranque del motor.
Por otro lado, los grupos de baterías de los sistemas de 1.8 y 2.0 litros caben íntegramente bajo los asientos traseros, y en el caso del 2.0 resta espacio al maletero, que ya de por sí es justo.
Un maletero que presenta una boca de carga demasiado alta y una capacidad que en el motor 2.0 pierde 19 litros debido a la batería auxiliar, aunque sí ofrece bajo el suelo varios compartimentos para guardar cosas.

El sistema híbrido Dynamic Force de 2.0 litros está equipado con una batería de hidruro de níquel (NiMH) con un total de 180 celdas y un voltaje nominal de 216 V.
Una vez en marcha, en términos de confort, notamos que los asientos cumplen su cometido recogiendo bien el cuerpo y los lumbares, aunque al cabo de unas horas se sienten algo rígidos. En cuanto al aislamiento acústico, se han introducido nuevas medidas de reducción del nivel de ruido, vibraciones y aspereza, y a velocidades por debajo de 120 km/h es bastante eficaz.
Por encima de esa velocidad, el sonido del motor aumenta considerablemente.
Como hemos adelantado, el nuevo motor híbrido eléctrico (con sistema de distribución variable) de la unidad de prueba desarrolla 135 kW/184 CV; un 50 % más de potencia respecto al 1,8, mientras que el consumo aumenta un 10 %.
El nuevo C-HR 2.0 homologa un consumo combinado de combustible de 5,7 l/100 km, aunque una conducción sosegada puede bajar esa media a 5,2 l, como fue nuestro caso.

Respecto a las emisiones, según Toyota arroja 120-128 g/km de CO₂ de acuerdo al ciclo WLTP (en comparación con los 106-116 g/km de la versión anterior), y la pregunta que se nos viene al cabeza es, por qué en medio de un escenario de objetivos cada vez más restrictivos de emisiones, la firma nipona decide lanzar un modelo que apenas cambia pero con un motor que penalizará la media de la flota.
La respuesta de Toyota fue que este motor responde a una petición por parte del público objetivo de tener un motor más potente, y que no tendrán problema en cumplir con los objetivos que marca la Comisión Europea.
Volviendo a las sensaciones al volante, la respuesta al pedal del acelerador es bastante inmediata, y la aceleración del vehículo va muy ligada a las revoluciones del motor de combustión, mientras que la capacidad de retención cuando sueltas el acelerador es correcta.
En trayecto urbano conseguimos ir casi el 80 % del recorrido en modo cero emisiones y como hemos adelantado, se pueden conseguir consumos muy ajustados, de hasta 5,2 l, si se hace una conducción no demasiado agresiva.
En cuanto al equipamiento de seguridad, el Toyota Safety Sense se monta de serie en toda la gama. Incorpora Sistema de Seguridad Precolisión con reconocimiento de peatones, Control de Crucero Adaptativo, Alerta de Cambio Involuntario de Carril con corrección de la dirección, Control Inteligente de Luces de Carretera y Reconocimiento de Señales de Tráfico.
Los modelos más equipados contarán además con Sistema de Iluminación Adaptativa, Sónar de Separación Inteligente y Alerta de Tráfico Cruzado Posterior con función de frenado.
La gama está estructurada en seis acabados: Active, Advance, Advance Plus para el motor 1.8 HYBRID de 122CV a los que se añaden el Launch Edition, Advance Luxury y Dynamic para el 2.0 HYBRID de 184 CV, que tiene todos los acabados menos el Active.
En resumen, se trata de un coche interesante en términos dinámicos: es ágil, cómodo, no come demasiado y responde bien en entorno urbano y en carretera, aunque en este punto hay que decir que tiene desarrollos demasiado largos. En cuanto a habitabilidad, es escasa en las plazas traseras y el maletero tampoco es muy generoso, a lo que hay que añadir que el pilar A resta bastante visibilidad durante la conducción.
Aquí el cliente tendrá que decidir a qué esfera le da más importancia, si a la del diseño, o la de la practicidad. Uno de los reclamos más potentes es que lleva la etiqueta ECO.
De momento no tenemos noticias acerca del precio, aunque desde la firma japonesa prometen que apenas habrá incremento. Recordemos que el C-HR se comercializó en 2016 con un precio de partida de 24.250 euros con descuentos, y ahora está disponible desde 27.300 euros.

Ford Puma 2020: un SUV híbrido de carácter deportivo que ofrece espacio y etiqueta ECO

El Ford Puma ya no es un 'coupé de bolsillo' como el que Steve McQueen conducía en el spot de finales de los años 90. La firma del óvalo ha querido revivir este icónico modelo en forma del segmento estrella desde hace varios años, y ahora es un B-SUV a medio camino entre el Kuga y el EcoSport.
Con motorizaciones gasolina (más adelante también diésel) que van de los 125 a los 155 CV y tecnología Ford EcoBoost Hybrid de 48 voltios opcional, el Ford Puma ya está a la venta desde 21.925 euros sin descuentos, y hemos podido establecer una primera toma de contacto con este nuevo modelo.+
Tres diseños exteriores que cambian según el equipamiento
Con algunos rasgos que evocan a su antecesor, el nuevo Puma se une a la gama en expansión de modelos SUV y crossover de Ford, que incluyen el Fiesta Active, Focus Active, EcoSport, el nuevo Kuga, Edge y el Explorer Híbrido Enchufable.
Comparte plataforma con el Fiesta y luce una línea de techo baja e inclinada que rompe con la tendencia del estilo cuña de los perfiles crossover.
De hecho, el nuevo Puma es 54 mm más alto, 71 mm más ancho y 95 mm más largo que el Fiesta.


Los arcos de rueda pronunciados amplifican un perfil musculado y el frontal incluye unos faros en forma de 'canoa' situados en la parte superior del alerón delantero. Los faros antiniebla de LED están situados justo debajo, integrados en las tomas de aire delanteras que guían el flujo de aire por las ruedas delanteras para reducir las turbulencias.
El diseño varía ligeramente entre las tres variantes, que van desde Puma Titanium, Puma ST-Line y Puma ST-Line X.
Basándose en la deportiva Puma ST-Line, la línea Puma ST-Line X incluye una parrilla superior y marco de aluminio satinado, una parrilla inferior de ébano, parachoques trasero del color de la carrocería y un gran spoiler trasero.
Las especificaciones estándar incluyen faros de LED, asientos de piel parcial, volante de piel Manacor, sistema de sonido premium B&O y el sistema sin llave Ford KeyFree.
El exterior del Puma ST Line X ofrece llantas de aleación exclusivas de 18 pulgadas con 10 radios color Pearl Grey y un acabado negro brillante con detalles cromados en la parrilla y los biseles de los faros antiniebla.
El mismo tratamiento llevan los faldones laterales, mientras que el difusor trasero y la placa de deslizamiento presentan detalles en gris metalizado. Los retrovisores exteriores calefactados del color de la carrocería incluyen intermitentes integrados y luces que iluminan el suelo ante la puerta cuando ésta se abre.

La línea Puma ST-Line por su parte, inspirada en Ford Performance, se ofrece con llantas de aleación de 18 pulgadas de serie o de 19 pulgadas como opción en negro mate y una suspensión deportiva con amortiguadores y muelles especialmente configurados.
En la parte delantera, la parrilla del ST-Line lleva elementos en negro mate y un entorno en alto brillo, con bordes de los faros antiniebla brillantes y la opción de un spoiler de techo más grande y funcional.
En el interior, esta variante ofrece un volante de fondo plano con la característica costura roja, con los asientos parcialmente en cuero también disponibles como opción. Además de los pedales de aleación, el cambio de marchas en aluminio y un revestimiento negro en el techo.
La paleta de 10 colores exteriores para la gama Puma incluye Blazer Blue, Frozen White, Race Red, Solar Silver, Agate Black, Lucid Red, Grey Matter, Desert Island Blue, Magnetic y Metropolis White.
En cuanto a la capacidad del maletero (el cual se puede configurar en tres posiciones, es de 456 litros con la configuración de cinco asientos y cargado hasta la bandeja; en el caso de las motorizaciones híbridas pierde 55 litros.
Uno de los elementos estrella de este SUV es la llamada Ford MegaBox; un compartimento de 80 litros con forro sintético y tapón de drenaje (ideal para meter equipamiento sucio y darle un manguerazo) que se estrena en el Puma y que podríamos empezar a ver en el resto de modelos de la firma.
Además, es el primer modelo de su segmento que dispone de manos libres en el portón trasero.
Interior digital, sobrio y espacioso

En el interior del Ford Puma nos encontramos con un habitáculo muy al estilo del Fiesta, donde destaca una pantalla flotante de 8 pulgadas sobre la consola central. Las líneas son bastante sobrias y los colores oscuros dominan el habitáculo.
Además, detrás del volante se ha implementado un cuadro de mandos 100 % digital.
La pantalla de 12,3 pulgadas viene de serie en el acabado ST Line y ST Line X; es totalmente configurable, donde se muestra toda la información del viaje, las alertas y las indicaciones del navegador con imágenes en alta resolución de 24 bits, que genera imágenes e iconos detallados, en alta definición y más intuitivos que se muestran en todo el espectro de colores.
En lo que toca a sistemas de asistencia, el Ford Puma cuenta con control de crucero adaptativo (con función Stop & Go para la futura transmisión automática) o sistema de mantenimiento y centrado de carril, sumando además el sistema de advertencia de peligros que informan al conductor antes de que sean visibles en la carretera.
El sistema de sonido de 10 altavoces Bang & Olufsen incluye un subwoofer de 150 mm por 200 mm acoplado externamente e integrado en el maletero sin que ello reduzca espacio para el equipaje, y ofrece unos sonidos graves suaves.
Sensaciones al volante del Puma que ya no es un Puma

El Ford Puma se ofrece actualmente con tres motorizaciones:
- 1.0 EcoBoost 125 CV
- 1.0 EcoBoost Hybrid 125 CV (con un sobreprecio de 350 euros por la etiqueta ECO)
- 1.0 EcoBoost Hybrid 155 CV (+900 euros)
Además, en junio de 2020 llegarán dos nuevas: 1.5 EcoBlue 120 CV y 1.0 EcoBoost 125 CV con caja de cambios automática de siete velocidades.
Durante nuestra toma de contracto pudimos probar los dos niveles de potencia del motor gasolina 1.0 EcoBoost Hybrid y caja de cambios manual de seis relaciones. Una tecnología de microhibridación que incluye una batería de 48 V que ayuda al motor de combustión a mejorar su eficiencia respecto al motor gasolina en torno a 25 gramos de CO₂ por kilómetro (según ciclo WLTP).
De esta forma, tanto el motor híbrido de gasolina de 125 CV como el de 155 CV homologan prácticamente lo mismo: 132 g/km. Por su parte, el motor diésel EcoBlue de 1.5 litros y 120 CV, tiene un objetivo de emisiones de 117 g/km.
Es decir, vestir al coche con una etiqueta ECO no implica emitir menos CO₂ a la atmósfera.
Lo mismo ocurre, por poner un ejemplo, con modelos como el Mazda3 homologan 139 g/km en su motor Skyactiv-G con etiqueta ECO, el diésel emite 131 g/km, según especifica la marca japonesa en su web.
Lo cierto es que durante las pruebas dinámicas el consumo del Puma se disparó considerablemente; el motor de 125 CV híbrido homologa un consumo de 6,2 litros que después de una ruta bastante exigente aunque con una conducción sosegada, tanto el autopista como en puerto de montaña, arrojó 8,8 litros a los 100 km.
Sea como sea, esta batería de 48 voltios permite la recuperación y el almacenamiento de energía, y que el motor de combustión se desconecte en situaciones favorables, en un llamo por ejemplo, o llegando a un semáforo, y se vuelva a encender rápidamente cuando se necesite gracias al equipo arrancador/generador por correa de 11,5 kW integrado (BISG).

Así, sustituyendo al alternador estándar, el BISG permite la recuperación y almacenamiento de energía que normalmente se pierde en la frenada y desplazamiento por inercia para cargar una batería de 48 voltios de iones de litio refrigerada por aire.
Lo cierto es que este sistema también actúa como un propulsor, integrándose con el motor y utilizando la energía almacenada para ofrecer un par de asistencia durante la conducción y aceleración normales, así como para hacer funcionar los sistemas eléctricos auxiliares del vehículo.
Cuando se activa, se puede controlar en todo momento cuando está aprovechando la deceleración para cargarse y funciona como sustitución de par para ofrecer 50 Nn extra.
Este sistema también actúa como complemento de par, que utiliza la función de motor eléctrico del BISG para aumentar el par total disponible en hasta 20 Nm por encima del nivel disponible en el motor de gasolina a carga máxima – y entregar hasta un 50% más de par a regímenes más bajos– para mejorar el rendimiento.
Y se nota durante la marcha.
Una vez en el interior del Puma, la primera sensación es la de amplitud: bastante espacio para las piernas, una más que buena habitabilidad en las plazas delanteras y también para dos adultos en las traseras. El puesto de conducción es bastante bajo, y unido a unos asientos que recogen perfectamente el cuerpo y los lumbares hacen que la conducción sea cómoda, aunque al principio cueste un poco acostumbrarse al puesto.
El interior también está bien insonorizado, si bien es verdad que el motor híbrido de 155 CV produce unas sensaciones sorprendentes, el nivel de rumorosidad es menos elevado que en su versión de 125 CV, en la que se notan más las vibraciones.

La suspensión delantera es independendiente con tirantes MacPherson y la trasera lleva amortiguadores separados de doble tubo, lo que hace al SUV un modelo rígido pero cómodo, incluso por caminos por donde no debíamos habernos metido.
La dirección (cremallera y piñón de dirección asistida electrónica) se nota quizá demasiado blanda en el modo Normal y Eco, pero mejora sustancialmente en el modo sport en ambas motorizaciones (Normal, Eco, Sport, Slippery y Trail son los cinco modos de conducción que equipa).
También cambia la respuesta del acelerador, el ESC y el control de tracción y permite mucha más retención en el modo deportivo, ideal para curvas y puertos de montaña, donde el SUV se pega al asfalto.

El Puma anuncia 205 km/h de velocidad máxima y una aceleración de 0 a 100 de 9,0 segundos, datos bastante convincentes teniendo en cuenta que su peso en vacío son 1.280 kilos.
Los motores EcoBoost Hybrid de 1.0 litros (y el EcoBoost, que no probamos) cuentan además con el sistema de desactivación de cilindros de Ford; el primero para un motor de tres cilindros, que desconecta automáticamente uno de los cilindros del motor cuando no se necesita la máxima capacidad, como al deslizarse en frenada o moverse a velocidad de crucero.
El sistema puede conectar o desconectar un cilindro en 14 milisegundos.
El Puma micro-híbrido también es capaz de apagar el motor circulando a vela por debajo de 15 km/h con la tecnología Auto Start-Stop gracias al BSIG que arranca el motor cuando es necesario en 300 milisegundos.

Con 12 sensores de ultrasonidos, tres radares y dos cámaras, el Ford Puma puede beneficiarse de la tecnología Co-Pilot360. En conjunción con la caja de cambios automática puede desplegar ayudas como control de crucero adaptativo con función de parada y arranque, reconocimiento de señales y ayuda de mantenimiento de carril.
Otras innovaciones que se incluyen en el Puma son avisos de peligros en ruta a través de FordPass Connect, cámara de visión trasera con ángulo de 180º, alerta de tráfico cruzado trasero con frenado automático o asistente de aparcamiento automático.
En resumen, si bien este nuevo todocamino puede despertar ciertas reticencias a los más puristas, se trata de un coche que sorprende por su deportiviad. Solo con el motor de 125 CV es suficiente para pasar un rato muy divertido, se enfrenta con seguridad a las curvas, tiene una buena respuesta a bajo régimen, es ágil y monta una transmisión que se comunica a la perfección contigo y con el vehículo.
La habitabilidad es buena y cumple de sobra a nivel funcional incluso en terrenos sin asfaltar, aunque es un coche que come bastante. Si bien podría tener algunas funcionalidades extra integradas en el volante para hacerlo todo más intuitivo y evitar desviar la vista de la carretera, el nuevo Puma es un digno competidor de modelos como Renault Captur, el SEAT Arona o el Peugeot 2008.